viernes, 14 de marzo de 2014

Un mundo de perfección e ignominia



Hace cosa de un mes compre en una frutería un kilo de peras y otro de tomates por un euro y medio. Solo y únicamente porque tenían unos toquecitos de nada. El hombre me explico que tenía que venderlo así. Porque si no, no lo iba a vender. Pasado este mes he podido seguir comiendo tanto de la fruta, como de la hortaliza. Este mundo se ha convertido en un mundo superficial en todos los sentidos hasta el punto en el que hasta las frutas, verduras y hortalizas tienen que ser igual de perfectas y maravillosas a la vista (aun que para ello tengan que ponerle a determinados productos agrícolas un tipo de brillantina para que resulte mucho más apetecible y atractivos a la vista. Aun que después eso sepa a cartón o a nada en absoluto y tener que ponerle un "kilo" de sal, para que de ese modo sepa minimamente a lo que se supone que vamos a comer) Un mundo que obliga a los buenos comerciantes a vender sus productos a precios irrisorios y así, no tirarlos a la basura. Hasta donde va a llegar el ser humano respecto a la perfección en todos los sentidos.


Aquí os dejo un cómico y claro ejemplo de la cruda realidad del futuro de los productos agrícolas de mano de los grandes de la comedia:

https://www.youtube.com/watch?v=tTbJ0_ieN0Q



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