sábado, 8 de marzo de 2014

LAS FUERZAS DEL ESTADO Y DEFENSORES DEL PODER DE ESTE



Por suerte o por desgracia me ha tocado toparme en diferentes ocasiones con las llamadas FUERZAS DEL ESTADO y nunca mejor dicho. Porque se supone que están para defender al ciudadano. Pero. Yo cada vez tengo más dudas de ello, sobre todo con los mossos d’escuadra. Que de proteger al pueblo nada de nada. Proteger al poder y solo al poder. Eso sí se les da muy bien. La última vez fue en los últimos momentos de “La Carbonera” situada en el barrio de Sant Antoni en Barcelona, en la cual yo me encontraba trabajando en un proyecto fotográfico para clase. El ambiente comenzó a caldearse y muchos de los que allí se encontraban comenzaron a increpar y a lanzar huevos, tomates y todo lo que encontrar tanto a los banqueros como a los de seguridad que allí estaban. Protegiendo los intereses de los grandes bancos. En un momento dado todos se escondieron dentro del edificio. Atrancando las puertas por dentro. El tiempo corría y yo seguía esperando a que salieran para poder seguir “disparando” con mi cámara y de pronto escuche que posiblemente saltarían desde el patio interior a alguno de los negocios colindantes. Vi entrar a un gran número de antidisturbios en el supermercado Consum de al lado y en un bar. Fui hacia el lugar dispuesto a ver qué pasaba. Mirando aquí y allá para ver si me enteraba de algo en un momento dado se acerco a mi uno de esos “amables” antidisturbios y empezó una “bonita” pero corta conversación:

Mosso: ¿Qué haces aquí?
Yo: Trabajando e observando.
Mosso: Pues como te quedes mucho rato aquí observando te pediré el D.N.I e iremos tú y yo a hablar a la furgoneta.
Yo: ¿Cuál es el problema agente? No estoy haciendo nada malo en absoluto. Solo estoy aquí mirando.
Mosso: Ya te lo he dicho. Si sigues aquí te pediré el D.N.I e iremos a la furgoneta a charlar tú y yo.
Yo: ¿Por qué? ¿Cuál es el problema?
Mosso: ya te he dicho el qué.
Yo: Muy bien me voy, “gracias” por su amabilidad agente.

Y volví hacía la entrada principal. Por lo visto al final no encontraron una salida alternativa y pasada la media hora aproximadamente tuvieron que salir por el mismo lugar por el que habían entrado. Como no protegidos por LAS FUERZAS DEL ESTADO.
Volviendo hacía atrás en el tiempo. Mi primer encontronazo con estos “defensores del pueblo” fue camino de mi casa en el año 2006. Después de patinar iba tranquilamente a mi casa. Resulto ser que había habido un partido Barça, Madrid y estaban lloviendo “leches” para toda aquella persona que corría. Yo que nada tenía que ver con aquel barullo. Me encontré de golpe y porrazo (nunca mejor dicho) con que los antidisturbios con sus camionetas cerraban la calle tanto de un lado como del otro. Yo no voy a correr-pensé-no tengo nada que ver con esto y vi correr un mosso hacia mí. Levantando las manos, enseñando mi monopatín y mi cigarro. Le dije que no tenía nada que ver con todo aquello, que yo vivía cerca de donde no encontrábamos. Y él, como no siendo todo lo “amable que pudo me empujo y me dijo-pues no estar donde no debes- y me propino un buen porrazo en la espalda y el codo. Seguidamente se dio la vuelta y se fue.
El último y el que me dejo más claro que el agua de qué lado está esta gente fue un día no hace más de tres años. En el que yo me encontraba de fin de semana en la ciudad condal. Había comprado unos cuantos botes de espráis a última hora de la tarde y no había vuelto a casa de la amiga en la que nos hospedábamos yo y mi pareja. Por lo que había salido de fiesta con mis botes y en un momento de despiste en Plaza Real, una persona de origen árabe me intento robar la bolsa. Le golpee en la cara y le quite la bolsa. Posteriormente el hombre en vez de marcharse del lugar empezó a rondarme, observándome. Pensé que a la mínima que me despistara y en mi estado de embriaguez, el tipo me apuñalaría por la espalda o algo parecido por lo que decidí acudir a una patrulla de mossos que vi al final de una de las calles de la plaza y la cosa fue tal cual así:

Yo: Perdone, ese hombre que está allí acaba de intentar robarme y ahora me está rondando, creo que me quiere hacer algo. Sino porque me vigila.
Mosso: Me suda la polla lo que te pase.
No dando crédito a lo que acababa de oír.
Yo: ¿perdone?
Mosso: Que me suda la polla.
Yo: Por favor deme su número de placa.

Ya tanto este como sus compañeros tenían la placa tapada con una pegatina azul

Mosso: No, dame tu, tu D.N.I
Yo: No, deme usted su número de placa, por favor.
Mosso: No, dame tú, tu jodido D.N.I
Yo: No, deme su número de placa, por favor.

Y el “buen” AGENTE DEL ESTADO. Se altero y…:
Mosso: ¡Tranquilo! ¡Tranquilo!
Me retorció el brazo y me tiro al suelo apoyando su rodilla sobre mi espalda, saco mi cartera busco, sin encontrarlo, mi D.N.I. pero. Si encontró mi tarjeta de la seguridad social y se apunto el D.N.I de ahí y se aparto.
Y  mientras se iban introduciéndose en la furgoneta para marcharse:

Mossos: ¡¿Quieres ver el número de placa ahora capullo?!, ¡Mira! ¡Mira!
e iban destapando y tapando el número de placa con la pegatina azul con la cual lo llevan tapado.
Mosso: Tendrás noticias nuestras subnormal

Y como no al cabo de los meses me llego su noticia en forma de multa de 500€ por las acusaciones de beber en la calle, romper las botellas y escupir. La cual lógicamente recurrí explicando las cosas tal cual os las cuento a vosotros.


2 comentarios:

  1. Quina llàstima/fastix escoltar històries així Xavi...
    No sabia que tenies un blog! Et segueix!

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  2. es sa veritat i, hi ha que contar-la

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